Mis primeros 30

Dicen que sólo puedes evaluar algo cuando ya está pasado...

Pues allá va... el primer año de pasada por esta tercera década, ha sido, digamos... movidito, mi interior ha estado en plena ebullición, y sigue estándolo. Me he topado de frente conmigo misma, mi pasado y mis deseos, aprendiendo a vivir conforme iba avanzando.

Me volví a enamorar, de quién no me esperaba, no fue algo fácil puesto que no salió como esperaba, pero aquí estoy, entera, a veces, y  recomponiendo, otras, y con un amigo más en la chistera...

Reconocí eso que me hace vibrar, algo que sabía pero que tenía bien escondidito, caminando en esa dirección, con las turbulencias que eso comporta,...

Descubrí que le tenía miedo a vivir, por el simple hecho que vivir a veces duele, y no es como esperamos, ese miedo me sigue acompañando, pero ahora me hace de compañero y de señal de aviso...

Acepté, acepté que las cosas no son como queremos, simplemente son, y que suponer o desear no hace las cosas más fáciles, si no al contrario.

Decidí, decidí ponerme delante de un espejo, que me mostrase todo eso que no quería ver de mi misma, para poder mirarme directamente a los ojos, y en eso estoy, mirándome fijamente a los ojos para vislumbrar mi alma.

Me reí, de mi misma, tomándome menos en serio, e implicándome en disfrutar de los regalos que la vida me ofrece, ya sea para aprender o para volar...

Y todo esto, en un año...

Sabéis que os digo... anticipo una década de buenos momentos, plenitud, apertura de paraguas cuando sea necesario y muy, muy, muy buena compañía...

¡¡¡Gracias a todos los que habéis estado, y a los que seguís ahí y hacéis para quedaros!!!

¡¡¡Os quiero!!!