_ ¿Y tú qué haces con esas emociones desagradables?
_ ¿Desagradables? Tipo la tristeza,
angustia, miedo, ira_ contestó_ Pues, lo que todo el mundo, lucho contra ellas,
me molestan y no las miro o las rechazo... Total, si duelen, ¿para qué las
quiero?
Y verás por la calle, miles de emociones
desatendidas, tristezas sin cuidar ni escuchar, preocupaciones angustiosas,
divagando y deambulando, abandonadas por todas esas personas, interesadas,
solamente por sentir alegría, euforia, felicidad, calma...
Y esas, las tan preciadas emociones positivas, que nos aportan
tanto bienestar, ellas sí que van por la calle con la cabeza alta, orgullosas y
dicharacheras, siempre en compañía o perseguidas por personas que están
completamente desesperadas por estar con ellas...
Y no se sabe por qué, cuanto más nos
empeñamos, en rechazar a las primeras, más se alejan las segundas, que paradoja
¿verdad?
Lo que desconocemos, hasta que alguien nos
lo cuenta o lo experimentamos (sin querer), es: que para que exista una debe
estar la otra, para sentir plena alegría, debemos estar dispuestos a sentir plena
tristeza, para experimentar la calma es necesario escuchar a la
preocupación...
Nos guste o no, las emociones
"negativas" van de la mano de las "positivas", y cuanto más
rechacemos a las primeras, más se alejarán las segundas...
Y tú ¿Te atreves a escucharlas?